
El sábado pasado salimos a cenar con Diego y tuvimos la mala suerte de tener que esperar una hora por la mesa ya que en este lugar no se toman reservas. Pasamos el tiempo conversando, jugando al Scrabble en el celu (al principio le ganaba siempre pero ahora me da pelea) y chusmeando los looks de la gente que iba llegando y se sumaba a la espera. Es inevitable: si el lugar se presta para un desfile de personas, difícilmente no posemos nuestra mirada sobre sus conjuntos. Había de todo pero mi ojo apuntaba directo a los zapatos, tanto de ellas como de ellos. Es notorio como la mayoría de las mujeres se arregla de acuerdo a la ocasión (sábado a la noche, lindo restaurante, salida de pareja, "la noche está en pañales") mientras gran parte de los caballeros tiene un estilo "fui a comprar al Chino, me abdujo una nave especial y aparecí en este restaurante". Entiendo que estar cómodo es algo que buscamos cuando llega el fin de semana pero, ¡media pila! El caso emblemático fue el de un joven +30 con alpargatas y medias blancas. Next!
Dejando de lado el chusmerío (jugoso, por cierto), noté que el 95% de las mujeres usaba plataformas. Ya sea en forma de botas o sandalias cerradas, casi todas caminaban arriba de varios centímetros extra con el pie en formato XL respecto del resto del cuerpo. ¿Y esto por qué? Se me vienen a la cabeza las palabras de @blocdemoda que suele advertir que el estilo de la mujer argentina siempre incluye a las plataformas como portadoras de altura. Al parecer, el tener todo el pie en elevación otorga mayor comodidad que un par de stilletos; y aunque esto es sumamente loable, pienso que hay tantos zapatos bellos que no necesariamente lucen toscos. Porque el cuerpo queda extraño con la plataforma: si la pierna es muy delgada, la persona en cuestión parece Bob Patiño. En cambio, si las proporciones corporales son mayores, todo el conjunto se percibe demasiado "pesado".
Igualmente me digo "ojo" a mi misma porque probablemente no entiendo la lógica de la plataforma atento a que por un problema en la espalda dejé de usar tacos a los 20 años. A partir de ello recurrí a las ballerinas, a los zapatos de taco medio y hoy a los tan encantadores mocasines y abotinados. ¿Sería distinta la historia si la espalda no manifestara dolor?
En sintonía con esta cuestión, algunas semanas atrás estuve de visita en el acogedor local de
Otro Calzado en el barrio de Caballito. Allí encontré una tremenda variedad de zapatos, casi todos ellos con plataforma. A diferencia de lo que vi en el restaurante la otra noche, acá conocí modelos mucho más felices y femeninos; pares que buscan acentuar lo femenino. La convivencia se comparte con stilettos, botinetas, borcegos y zapatillas por lo que el mundo de
Otro Calzado es bastante amplio y original.
Como ven, las opciones son varias y si gustan de las plataformas, este collage de seguro les resultará interesante...
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Otro Calzado A/W 16 |
Los precios son razonables. Por charlar y charlar olvidé anotarlos pero recuerdo que iban de los $1500 a los $2000. Otro Calzado se encuentra en Av. Pedro Goyena 1261. No tiene tienda online pero sí envía pares a todo el país. Aceptan 3 cuotas sin interés o 12 si la compra es de jueves a sábado. Por un tiempo limitado hacen 20% de descuento si el pago es en efectivo en el local.
¿Y qué par pude haber elegido? Luego de todo este discurso de las plataformas, los tacos, mi espalda y la mar en coche, me tenían preparado este modelo al ras del suelo y con mucha onda.
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"Caminito" es su nombre y ya han caminado por varias calles de la ciudad ♥ |
¿Qué opinan ustedes de las plataformas?, ¿a favor o en contra?
¡Feliz fin de semana!
Salgan abrigadas que yo por andar con los pies sin medias hoy tengo una tos horrenda.