
Hace unos días mis buenos reflejos internéticos me dieron la chance de ser una de las asistentes al té que organizó Lancôme en el precioso hotel
Sofitel de la calle Arroyo. ¿Qué son estos reflejos? Bueno, estaba como ahora, sentada en casa con mi notebook y con varias páginas abiertas a la vez, y en el muro general de Facebook, vi un estado de Lancôme Argentina actualizado hacía 34 segundos. En él invitaban a llamar por teléfono y reservar un lugar para poder asistir a la charla que brindarían sobre las French Coquettes (
su nueva línea de maquillaje lleva este nombre y está vinculada a las mujeres de la Belle Époque). Nunca mejor aplicada la frase "ni lerda ni perezosa", tomé el télefono al segundo 35 y marqué. Quien me atendió creo que se sorprendió porque probablemente no había alcanzado a sacar el dedo del "enter" y ya había alguien reservando su lugar. Fué así que el miércoles pasado, a las 18 horas,
Gonzalo y yo llegamos a la otra dimensión mundana que aparece al traspasar la puerta del Sofitel: hasta el aroma parece de perfume francés.
La
biblioteca del hotel, lugar elegido por Lancôme, es simplemente bella. Un espacio cálido, clásico, bien ambientado y fino. Ahí nos esperaba la merienda, también de la mano de Lancôme, con té con leche, jugo de naranja y delicias dulces y saladas. Realmente hay que sacarse el sombrero ante esta organización porque no había que pagar nada ni ser socio VIP: sólo bastaba ser fan de la página en Facebook y estar atenta a las cosas que publican. Les recomiendo que urgente le hagan click a
"Me Gusta" y pasen a ser integrantes de la calidad y profesionalismo con el que se destaca Lancôme.
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La tarde estuvo a cargo de
Daria Goiran -asesora de imagen y personal shopper- y
Laura Noetinger -diseñadora de tocados-.
A partir de las palabras de Daria tuvimos una introducción sobre la Belle Époque y la repercusión que tuvo este momento de la historia en las mujeres y en su forma de mostrarse al mundo, es decir, en su vestimenta. Me hubiese encantado que al momento de estudiar Historia Contemporánea en la Facultad me hubieran explicado este tipo de detalles, pero por suerte existen estas charlas que nos meten de lleno en aquello que amamos: la moda.
Como estoy muy prolija y ahora grabo las charlas a las que asisto (BlackBerry, ¡te amo!) les traigo parte de las palabras de Daria:
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Con la Belle Époque cambia el papel de la mujer en el mundo. El feminismo tiene gran influencia en la moda por lo que la mujer se torna atrevida y utiliza la seducción y la belleza para acercarse el hombre.
Coquette viene de "gallo joven" y éste se caracteriza por su atrevimiento y su actitud segura. Las French Coquettes comienzan a mutar en su vestimenta y las líneas se afinan, la silueta se simplifica. De la mano del corset y de las mangas abultadas ("mangas jamón"), la pollera se lleva larga y marca la silueta en S. El sombrero es el accesorio ideal -y obligado- para cada traje que se utiliza. Y hablando de trajes, a partir de la practicidad que esta mujer va necesitando en su vida, inspirados en los trajes masculinos aparecen los tailleurs para andar en bicicleta, jugar al tenis o montar a caballo.
En lo que a maquillaje respecta, el mismo se caracterizaba por una piel blanca y los labios destacados, y la novedad es que también se usa de día: esta mujer pide pista en el mundo.
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Las French Coquette de ayer están representadas por Sarah Bernhardt, Kiki de Montparnasse y Edith Wharton. Estas tres mujeres fueron símbolo de elegancia y audacia, y cada una dejó su impronta para que otras mujeres tomaran la bandera de lo femenino y se abrieran paso en la sociedad.La tendencia Belle Époque se traduce en la pasarela de hoy en colecciones como las de Alberta Feretti (estilo etéreo, femenino. Uso de telas lujosas, transparencias, bordados en piedras y plumas), John Galliano (más cabaret y dramático), Nina Ricci y Jean Paul Gaultier (últimamente causó sorpresa al tener a un modelo andrógino para desfilar un vestido de novia inspirado en la Belle Époque).
Como el motivo del encuentro era contarnos cómo nosotras podemos lucir la tendencia Belle Époque en nuestro vestuario sin parecer disfrazadas, acá van los tips de Daria:
Lo importante es siempre adoptar la moda a nuestro propio estilo. Lo sencillo y menos riesgoso para aplicar esta tendencia es empezar por los zapatos. Los abotinados son ideales y, siendo más osada, unos tacos altos con plumas o piedras.
Para el resto del look, la pieza fuerte es el corset. Si no nos animamos a el, una faja contribuye a marcar la cintura y es más simple de llevar. Sea uno u otro, por debajo podemos llevar una maxi falda ajustada a la cadera y más fluída hacia abajo; una mini con plumas o un jean chupin. ¿El accesorio infaltable? El collar de perlas largo.
Para cerrar este look, otros accesorios a destacar son un anillo importante, un sobre y una vincha si es que no nos animamos a los sombreros (al hacer click en los links, cada uno está inspirado en el estilo art decó).
Detalle importante: los colores. Negro, nude y rojo. También se suma el plateado y el violeta.
Cuando Laura comenzó con su relato respecto de los sombreros y la evolución de los mismos en el tiempo, yo moría de ganas por probarme uno. Por suerte todos los que ella había llevado estaban disponibles para nosotros por lo que no me resistí a lucir un sombrero y me puse uno de lo más original, obra de Laura. Gonza no se quedó atrás y usó el clásico Fedora.
Como compulsiva que soy si me preguntan que me compraría una y otra vez respecto de esta tendencia, sin dudarlo voy por el maquillaje.
¿Qué me dicen? ¿Quieren ser una French Coquette del siglo XXI? ¿Se identifican con el look o con parte de el? Yo aún no porque no puedo salir de prendas clásicas y de colores en la gama de los marrones pero es cuestión de probar, animarse y dejarse llevar por esos aires atrevidos importados de Francia.